El Belmezano perdió por la mínima en su visita al campo del Fuente Palmera en la segunda jornada correspondiente a la 2ª División Andaluza. Fue un querer y no poder ante la lucha que tuvo que hacer no sólo contra el árbitro, sino contra un señor que se puso en la banda con un banderín y que llaman juez de línea. Este señor llevó el partido a su antojo, desquiciando al propio árbitro y sobre todo al equipo visitante, hasta tal punto que expulsó a dos jugadores y pitó dos penaltis en contra, con el consentimiento del colegiado, todo hay que decirlo. Y para más inri, un claro penalti hecho a Salvi en los minutos finales se lo tragó y encima se llevó el jugador una tarjeta amarilla. El partido se podría haber decidido si se hubieran aprovechado las ocasiones de que se dispuso, incluyendo un tiro al palo de Edu, pero sin definición, eso sí gran derroche físico hasta el minuto 90, reconocido hasta por el público local, y jugando así seguro que llegarán los resultados a poco que acompañe la suerte.
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